miércoles, 7 de abril de 2010

Por: Andrés García Fernández

El día 6 de Marzo del año 2010.

Parroquia de Santa María.


INICIO

¡Cómo voy a olvidarte después de tantos años acompañándote y llevándote conmigo!

No creas, mi amor, que esas cosas se olvidan. Lucías tú una nublada tarde al principio de una primavera; una tarde de atardeceres que no mienten, de esas tardes donde las sombras se alargan y los destellos brillantes y la angustia se amasan, una tarde mas de luces blandas que te hacen gloriosa. El sol se fue a eso del mediodía; la hora nona se enturbió de nubes que hacían presagiar lo peor y yo, ante ti, vestido de negro, con 24 años y el corazón a medio escribir. Ni siquiera podía imaginar que fueras a fijarte en un muchacho como yo.

Creí, al verte, que el nuestro estaba condenado a ser eternamente un amor de perfil, porque no me sentía con fuerzas de aguantarte la mirada., ese dulce tiroteo de tus ojos.

¡He querido siempre decirte siempre tantas cosas!.

Empezó hace tiempo nuestra historia particular, la que tu y yo sabemos. “Pasa hay sitio” y pasé. Me acomodé en un rincón de tu manto donde la vida transcurre lenta, dispuesto a pasearte por todos los rincones del pueblo. Me propuse quererte desde la fiebre que me consumía, desde el grueso de la muchedumbre que te ama, desde el silencio atronador de mis pulsos, desde la lágrima y el sobresalto. Y así fuimos creciendo, tu en tus cosas y yo… también en las tuyas.

Iba yo a menudo a mojar mis dedos en el agua bendita con la que te santiguas, a llenarme de tu aroma, a beberme la sal de tu llanto, a mecerme al cobijo de esa brisa tuya que arrastra su calderilla de hojas cuando te mueves, como quien descorre una cortina.

Soñaba con tomarte de la cintura y pasearte a la antigua; soñaba con la aurora de resurrección mientras se desdibujaba el día tras la ventana de las cosas. Iba a encontrarte en el fondo de los ojos de La Pequeñica. Soñaba, mi amor, con presentarte a mis padres, a mis amigos y al mundo entero. Y después echar a correr gritando tu nombre por los callejones de mi barrio.

Fue entonces cuando supe que había nacido a ti. Que ya nada tenía sentido sin ti, que solo con el furor de una mirada yo podía construir todo un búcaro de rosas.

Me besaste discreta y quedamente una de esas noches en las que el amor se te hace grande y ya tengo desde entonces el corazón vestido de festejo mientras se van desprendiendo, uno a uno, todos mis pétalos de ceniza.

Hay veces que pienso, mi amor, que solo nos falta la miseria para ser invencibles. Sin embargo sigo amándote con la misma imprudencia de siempre, como si fueses solo mía, como si nadie más pudiera amarte con la furia de los tímidos o la impericia de los adolescentes. Sigo guardando una tortuosa senda de sentíres que me lleva inevitablemente, ante ti. Y ante ti estoy, al igual que aquel otro día en el que el soplo de tu gracia golpeó mi rostro adormecido. Estoy aquí para decírtelo pausadamente, masticando cada palabra y cada verso.



INVOCACION

Soy, madre, lo que queda de un abrazo

El vaivén de las tibias manos en la cuna

Ese gozo que cabe en tu regazo

Cuando un niño está rezándole a la luna.



Soy un hombre feliz porque te amo.

Porque espero que tu entraña se entreabra

E ir sembrando, tranquilamente, paso a paso

Tanto amor recriado en mi palabra.



No me mueve más la risa que el lamento

Ni a ti la multitud. Una cuadrilla

Te es bastante, te sobra, te da aliento

Soy la sombra, tu la luz, eres la Virgen de las Angustias.


Rvdo. Consiliario, Sr. Alcalde, Autoridades, Hermanos Mayores, cofrades, queridos amigos.

AGRADECIMIENTOS





Antes de nada, quiero agradecer al presentador las amables palabras que ha dirigido hacia mi humilde persona. Gracias amigo Francisco.

Muchas gracias también a la junta directiva del Paso Blanco por haberme otorgado el honor de pregonar la Semana Santa. Me llena de orgullo y satisfacción el haber sido elegido para este cometido. Difícil tarea la que propusisteis, cuando me invitasteis para pregonar la semana santa de nuestro pueblo, La misma que no dudé en aceptar desde el primer momento, pero que conforme pasaban los días llegué a dudar de si estaba preparado o no para tal cometido. Un poco de respeto humano, timidez y miedo de no poder estar a la altura de mis antecesores es lo que sentí. Y después de meditarlo bien me atreví a anunciar que algo muy grande que está por venir.

Han sido muchos días y noches de trabajo y dedicación, de juntas y de reuniones. Todo ha sido gracias a mi mujer. Muchas gracias Araceli por haber aguantado estoicamente muchas noches de soledad, por haber sido fiel guardiana de nuestro tesoro que son nuestros hijos. Has sido durante todos estos años la fuente de inspiración de mis ideas. Muchas gracias por que sin tu estímulo jamás hubiera sido tan constante.


PRÓLOGO

Que el pregón esté mejor o peor estructurado no es lo importante para mí. Si tengo claro que solo son mis sentimientos, mis emociones, y que lo más importante es que anuncio la alegría que siento ante una festividad sin igual. Irán de la mano durante todo la elocución lo que es meramente una manifestación publica de fe junto con los sentimientos mas profundos que estos días brotan de mi persona.



DEDICATORIA

Quiero dedicar este pregón a las personas que me inculcaron esta forma de vivir la Pasión de cristo:

A la memoria de mis padres, Ángel y Ana. La educación que recibí de ellos se sostiene sobre pilares, que ineludiblemente han marcado mi carácter y mi forma de ser. De mi padre intenté aprender el amor a los demás, comprensión, la tolerancia que con todos mostró siempre y a ser coherente; y de mi madre, la curiosidad, su predisposición para la superación personal, y el valor. Y de ambos, la fortaleza y la grandeza del espíritu, aprendí a tener dignidad ante los terribles avatares de la vida y resistencia para afrontar el sufrimiento en situaciones límite, serenidad, paz y plenitud.



CONVOCATORIA

Situación especial la que se da hoy para mi, pues hoy tengo la oportunidad de deciros a todos los cofrades y dirigentes que contáis con una potente herramienta para llegar al día a día de las personas, la cofradía.

En vuestras manos está que la semana santa no sea meramente un espectáculo musical y cultural y que realmente se viva desde la fe. Desde aquí os convoco a que seáis los portadores del mensaje que ha de marcar nuestras vidas y afiance nuestra fe en el transcurrir inocuo e insípido de nuestro ser, para poder redescubrir valores y compromisos que den grandeza a nuestra vida.

Os convoco a meditar lo trascendental, donde prima lo material y superficial,

Os convoco a una forma de vida diferente.

Convoco a las juntas directivas a que sigáis trabajando con mas intensidad si cabe.

Os convoco a que sigáis manteniendo la tradición.

Os convoco a lo de siempre.


INFANCIA Y JUVENTUD

Era yo muy pequeño, cuando comencé a vivir la Semana Santa con la Cofradía de Nuestra Señora de las Angustias, tendría unos 12 años cuando salí de maragullo por primera vez, mi hermana y mi madre eran manolas;, mi hermano Juan era andero de la Magdalena y mi padre andero de las Angustias. Ocurría todo de tal manera que cuando llegaban estos días, en mi casa todo el mundo andaba medio loco, preparando ropas, túnicas, tejas, mantillas y demás enseres para la procesión y es agradable recordar como la familia entera nos íbamos todos juntos a la iglesia.

Después de esta etapa, a un grupo de amigos se nos ocurrió crear la banda de cornetas y tambores “La Pequeñica”. Fue una etapa de mi vida en la que ya de joven nos propusimos grandes retos los cuales algunos se llevaron a cabo con éxito. El tesón, la ilusión y la constancia me llebó a convivir durante tres años con un grupo de personas que dejaron huella en mí para siempre. Manolo Sánchez el de la pastelería, Carlos Domingo Berbel, Francisco Carricondo, Jacinto Gallego etc… Actualmente son los que nutren musicalmente hablando la Semana Santa albojense.



EL HOMBRE QUE ME ENSEÑÓ

Hubo un hecho que realmente marcó mi vida como cofrade: el día 3 de Marzo de 1992 llegó a Albox el trono nuevo de la Virgen de las Angustias, el cual por sus dimensiones necesitaba incorporar a 12 anderos, en ese número entraba yo, pasó de tener 24 a 36 anderos.. Mi padre, ya enfermo, cedió su brazo a mi hermano. El hecho fue que cuando dimos la vuelta a la plaza, yo ya iba “rendío”, y a mi padre se le ocurrió tal cosa como meterse entre mi hermano y yo debajo de las andas. Mientras que el se acercaba al trono por medio del desfile, se le veía en su cara pálida y envejecida no por el tiempo, cierta tranquilidad y serenidad; con una mano en el bolsillo y la otra libre como si fuese caminando hacia algo que le reconfortara o que le hiciera sentirse protegido. Entre pisotones y briegas para poder llevar el paso, anduvimos unos metros y yo no hacía más que quejarme por que no podía caminar bien, al poco tiempo caí en la cuenta de la magnitud del hecho. No abrió la boca en el corto trayecto que anduvo con nosotros, pero entre los sones de “Lágrimas de pasión” que se escuchaban de fondo, el murmullo de las rosas del frontal que gritaban haciéndose sitio entre ellas, los dos evangelistas de las esquinas San Juan hablando con San Marcos, y entre todo este alboroto se escuchaba a gritos la conversación silenciosa que mantuvo con ella. Imagino que el consuelo y el cobijo bajo aquel inmenso manto azul le serviría para afrontar su sino con mas entereza ante el miedo y la incertidumbre. Cuando el mayordomo paró el trono, salió del lugar con la cabeza gacha y con paso firme hacia la multitud de la acera que suele acompañar en la tarde de Viernes Santo y continuó mirándola fijamente en su conversación queda. Fue entonces cuando aprendí a desvelar algunos de los misterios que nos presenta la fe cristiana.


HECHOS

Guardo también gratos recuerdos de una persona que precisamente hoy se cumplen 10 años de su fallecimiento, Luis Granados, que junto a su mujer Dolores han sido artífices de grandes logros en la semana santa albojense. Precisamente fueron ellos los que me invitaron a formar parte de la junta directiva, encomendándome el trabajo de buscar unos varales más largos y que no pesaran mucho. Después de buscar entre cofradías de algunas ciudades dimos con los que actualmente procesiona la imagen con 64 anderos.


Así fue como empezó mi andadura como mayordomo del trono. Han sido 14 años de entrega, trabajo y dedicación durante los cuales he ido aprendiendo muchas cosas de las personas con las que he convivido. Y no solo cosas de procesiones. He tenido la suerte de convivir contigo Jesús Alonso, cuyos gestos van envueltos siempre en honradez y humildad; con las mujeres del paso blanco de quienes he aprendido la dedicación, la constancia y la entrega sin pedir nunca nada a cambio siempre con buen criterio, educación y respeto, de los jóvenes de mi Junta Directiva intenté empaparme de su ilusión, del paso negro intenté impregnarme de su generosidad, de los coloraos de su valentía, y del paso morado el saber estar.

JUEVES SANTO: por la mañana, momento de últimos retoques en los tronos. Al entrar al templo los aromas de las flores divagan por las capillas y al mezclarse con la cera quemada y el incienso, te deja en la boca un sabor a compromiso. Tarde de rigurosos y multitudinarios oficios donde el paso Negro ya está preparado para realizar su estación de penitencia. En la cancela, la cruz de guía y los dos faroles se hacen un guiño como si supieran perfectamente lo que va a ocurrir.

El caño de San Felipe, la calle Escuadra y calle Mártires perfecto escenario para expresar la situación del andero subiendo por el tortuoso camino a San Antonio. En perfecta simbiosis con la imagen de cristo que portan, donde la tortura y el sufrimiento son los protagonistas. Semidesnudo y despojado de sus vestiduras muestra su cuerpo destrozado por el flagelo hostil y mirando hacia un lado como si quisiera ofrecerle la espalda a los que lo azotan. La gente del barrio acude en su ayuda al ver que dobla sus rodillas para no perder el equilibrio, no son multitudes pero son suficientes para mantenerlo en pie ante tan magna injusticia.

En la calle Cervantes, por delante de la casa de los Pío, en otro paso de misterio, Ntro. Padre Jesús de la Humildad y el Perdón en su Tercera Caída flota como si estuviera portado por ángeles que lo elevan del suelo. Espectáculo visual y emocional por donde quiera que pasa arrancando suspiros y sollozos, con rodilla y mano en el suelo para afianzar firmemente su condición de reo. Sin duda alguna reo de muerte.

Dolor y pena, 7 dolores te acompañan madre, para darte más sufrimiento si cabe. García Haro entero te acompaña, y a tu llanto, la cera de tu palio acompaña tu sentir. La familia morada y la blanca salen a tu encuentro para decirte que están contigo, que no te sientas sola, camina junto a tu hijo hasta el calvario donde ha de salvarnos en la cruz.

El que va delante es el varón de dolores, que conoce bien lo que es sufrir, es aquel a quien traspasaron, paralelamente su madre es la mujer de Dolores. Modelo de perfecta unión con Jesús hasta la cruz, precisamente el estar junto a la cruz, la propia y la de los demás, es una de las tareas más arduas del amor cristiano, que exige alegrarse con los que se alegran y llorar con los que lloran. A tu paso la indiferencia queda en el olvido, y las miradas se desparraman por las esquinas buscando en la oscuridad de la noche algún rayo de luz que te reconforte. Mécela, Agustín, mécela, no te la lleves todavía, déjala para mi un rato más.

VIERNES SANTO: por la mañana, despertar de tambores y para mi vuelta a la iglesia para ver como van quedando las flores. En el trono de las Angustias las rosas de color champán se van clavando una a una de la mano de la florista y a empujones se van acomodando entre ellas. Una llantera de gladiolos se desespera y gimotea porque no pueden ver lo que les antecede.

Al mismo tiempo la Loma se alborota y remueve. Las madres se afanan parar preparar a los niños. Desayunos con prisas. Ya están aquí las bandas.

El águila de San Juan revolotea por las azoteas, cargando el ansia lomera con cada planeo de sus alas, motivando a sus gentes engalanadas por tan gran motivo. Gentes de diferentes maneras y condiciones que acaban enrasados por la majestuosidad de sus tronos. ¡A que van a estar todos! Pues si. Nadie ha quedado con nadie, ni hay viajes ni vacaciones. Año tras año todo el mundo acude a su cita con la cofradía, en definitiva su cita con la fe cristiana que les viene acompañando durante todo el año. Cita en la que quieren manifestar públicamente nosotros también “SOMOS” y aquí lo queremos decir, en la calle, en nuestras casas, y en nuestro día a día.

Veo a lo lejos girar por la calle Salitre a Cristo crucificado que viene con Juan y Maria. La calle Ancha se hace un largo pasillo para poder ver como Jesús entrega a su madre un nuevo Hijo: “Mujer he aquí a tu hijo”, y al mas querido le dijo“: He aquí a tu madre”. Y desde aquella hora el discípulo la acogió en su casa. Jesús, como última voluntad nos invita a vivir en comunidad, sin divisiones ni rencores. Ensartado por las muñecas y los pies llenos de dedos nudosos, vence la cabeza para morir como cristo redentor.

Ya te lo dijo Simeón Madre: “Este niño será causa de caída y elevación para muchos en Israel; será signo de contradicción, y a ti misma una espada te atravesará el corazón”.

Un atisbo de consuelo al llegar a la puerta del bar de Mateo al ver que la Loma y también el Pueblo quieren estar con ellos en ese momento tan crucial para todos nosotros.

PASO BLANCO

Llegada la hora nona, las tres de la tarde, como de costumbre, se agrisan las calles, y el viento recorre las avenidas del pueblo sin dirección alguna, anunciando con sigilo que Jesús a muerto y un helor recorre mi cuerpo al sentir la fúnebre estampa del santísimo expuesto, en unos oficios donde la luz es banal, donde la tiniebla se apodera del templo, donde el silencio habla por si solo.

Yo creo que Julián Ruiz, sabía que las andas que construyó hace 66 años en la calle Ancha , iban a portar el grupo escultórico de la oración en el huerto porque parecen así creadas para la ocasión. Detalles salzillescos para un ángel de indiferente sexo y un cristo angustiado y melancólico recibiendo el cáliz de la sangre, escoltado y desvalido por los tres elegidos, que a duermevela lo acompañan. Amargura que traspasa la corteza de los olivos centenarios de Getsemaní que impregnan de aceite tan amargo trago. Perla de la Semana Santa Albojense que portaste en tu peana a Mª Magdalena, a la Virgen de las Angustias la Oración en el Huerto, Ntra. Sra. de la Redención e incluso a la Virgen del Saliente.

La que confía en Dios, la que significa expectación del parto, se pasea por la plaza derramando esperanza, y Albox, como si fuese el pueblo de Israel esperando la llegada del Salvador que les librara de todos sus pecados. Las mujeres y las niñas clavan sus ojos en ella y se mecen en el vaivén dorado de una secreta esperanza para que les asista, les proteja, y para que sepan cumplir cabalmente con su misión maternal.

SILENCIO en toda la plaza, la Iglesia de Santa Maria está de parto, tratando de dar a luz por su cancela la decimotercera estación del vía crucis. Ella y yo frente a frente y sesenta anderos que revolotean empujándola hacia fuera. El “todos por igual”, y “al cielo con ella” precede al jaleo que la muchedumbre le brinda cuando se posa en el hombro del andero extenuado por el esfuerzo y contento de participar de esta locura, aunque nadie le mire, por que sabe que todas las miradas van hacia ellos dos.

Al inicio del paso, explosionan los sentidos, y la gente mira por encima de la luz cegadora de tu trono para ver como te elevan los cuatro angelillos de la peana. Al mismo tiempo que escucho la Aurora de Resurrección que toca la banda se oye el suave bombardeo de los llantos de escalofrío de la gente. El olor de las bolas grandes de azúcar y el incienso que mueven los chiquillos, embriaga la plaza llenando todos los rincones, mezclándose en medio de ese gesto o de ese abrazo que le das al compañero mientras sientes que bebes un sorbo del pozo amargo de quien muere por condena.

Pisando sangre y arena, lloras lágrimas punzantes, en medio de tu rezo de mansa calma, mientras tu sudario se mueve con los suspiros de los que te imploran.

Jesús, el gris de tu piel se vuelve rosáceo al ver que Canalejas y Los Luceros se vuelcan sobre ti, limpiando tus sienes rojas cual flor del granado abierta. Ladrillo viejo y cal que da cobijo a los que te hicieron ver la luz.

Parto de esperanza, sueño de vida somnoliento, un año mas, perdón por el atrevimiento del que porta tu semblanza.

El último tintineo de la campana, se pierde en el hombro del andero, dejando paso a la flor de lirio morada, portando su madero.


Noche de viernes Santo

Negra noche de los tiempos

Alegre Aurora sobrevenida

Oración el la luna llena.



Azotes en la columna pétrea

Dolor y sangre en las calles

Angustia de madre aterrada

Tercera caída en tierra.



La muerte se pasea entre los hombres

Sobre la niebla del incienso

Y el morado de las flores.



Con el alma encendida en mil carbones

Maria es traspasada de dolores

Se han cumplido uno a uno sus temores.


El objetivo esta cumplido, el mensaje está enviado. El hijo ha muerto en la cruz para redimirnos de todos nuestros pecados.



PASO MORADO

Tradición de tradiciones, nazareno que levantas grandes PASIONES, Señor de Albox y alrededores.

Brote de abedul que con el tiempo creciste y envejeciste para dar forma a la cruz que portas mi nazareno. Piedra puntiaguda que estorbaste para que caiga el hijo de Dios.

Burla traicionera que te derrumba por doquiera . Paño que lo enjugas y limpias la miseria de los hombres. Por la puerta de la Rosenda han limpiado las calles para que no te derrumbes. Gente de Herrerías, gente de san Antonio, que te mira con dulzura como giras camino a tu calvario, donde cambiarás tu clámide púrpura por una corona de espinas y un paño de pureza.

Cada paso del andero da vida a tu pelo, al tiempo que se muere en tu cara el aliento de vida que te queda.

Tu madre se desespera, y entre la multitud, te acompaña hasta un Gólgota repleto de miseria.

Hiel amarga, trueno redentor, sangre en tus clavos… Eli….Eli…¿Por qué me has abandonado?

Con los giros de tu gubia diste vida Currillo a una canastilla que en su día pudo portar a la niñez y a la inocencia fallecida, que hoy día sirve para llevar el cadáver de Cristo. Puertas abiertas y luces encendidas para recibir un el espectro lejano al “rictus mortis” y que mas bien parece adormecido.

Procesión de procesiones, donde se cuidan todos los detalles, donde el rigor hace presencia, donde la solemnidad preside expectante.


Siguiendo la estela de las lágrimas de cera, que van llorando las velas de la gente, adivino que el silencio se apodera de las calles que pasaste y la sorda oscuridad se apodera de mi mente. Yendo hacia mi casa veo, a una mujer por la Loma que anda perdida y sola, buscándote por las calles, llorando tu persona.


EPILOGO

Negro, colorao, blanco y morao, las cuatro cofradías. Colorao del rojo martirio de cristo, morao de su pasión, negro de su muerte inocente y blanco de su resurrección.

“Y al tercer día resucitó de entre los muertos, y ascendió a los cielos”.

Después de 2000 años no ha habido ninguna persona en la historia de la humanidad, que haya tenido el calado social que tubo Jesús de Nazaret. Ni políticos, ni militares llegaron a influir tanto como él en la vida de las personas.

Semana Santa que gira en torno a la familia, a la Sagrada Familia. Queda en mi retina, el recuerdo de ir siempre acompañado de mis padres y hermanos al igual que ahora ocurre con mi mujer y con mis hijos.

A las familias, a la gente, a todos os digo, que al igual que nuestros padres hicieron el esfuerzo de inculcarnos lo que ellos creían cuando éramos pequeños, nosotros, ahora que hemos crecido, y hemos formado nuestra propia familia, estamos en la obligación de traspasar a nuestros hijos la herencia mas importante que hemos recibido de nuestros ancestros, la fe cristiana.

Una vez comenzado el siglo XXI, son muchas las amenazas que nos acechan, a nosotros y a nuestros hijos, levantemos la guardia y trabajemos día a día para formar y educar a nuestros menores.


He dicho…… Disculpen el atrevimiento, y si algo se debe aquí, díganmelo que esta vuelta la pago yo.



Videos cedidos a YouTube por carricondo30

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